Con la introducción del MacBook de 2015, además del hecho de eliminar puertos y compatibilidades, Apple comenzó a dejar atrás el MagSafe. Esta tecnología ha permitido a los MacBook distinguirse del resto de portátiles por un cargador que además de conectarse fácil evitaba peligros de arrancarlo sin querer. Hoy en día sin embargo, tan sólo el MacBook Air sigue utilizando MagSafe.