«Si no quieres pagar por Office usa iWork, es completamente compatible y te sirve igual»
He oído esta frase una infinidad de veces en el eterno debate que surge cuando una persona se plantea dar el salto al Mac o al iPad. La duda aparece cuando de repente se echa de menos Microsoft Word, o no se está de acuerdo con pagar el precio que cuesta la suscripción anual en la que ahora se basa y se buscan alternativas gratuitas.
Y decir esa frase no es estar equivocado: las aplicaciones ofimáticas de Apple son plenamente compatibles con los formatos de Office y no deberías tener ningún problema compartiendo documentos con otras personas que usen Windows. Pero eso es sólo la punta del iceberg, y nadie cuenta los detalles que más hay que tener en cuenta cuando intentas dar el salto a iWork desde Office.