La primera vez que vi el iPad allá por el 2010, cuando Apple lanzó la primera generación del dispositivo, el pensamiento que pasó por mi cabeza fue: ”eso es un iPod touch con pantalla grande”. No vi grandes diferencias entre la tableta y el reproductor con pantalla táctil que ya utilizaba a diario para escuchar música, descargar juegos y navegar por Internet (qué buenos recuerdos tengo de mi iPod touch 2g), solo que el panel del primero era más grande y que ver vídeos en él era más cómodo, y poco más.