Se acabó lo de ir a trabajar a chiringuitos de playa en verano para sacarse un dinero extra cuando eres joven. Ahora lo que cunde más es reparar los iPhone que se rompan, algo por lo que chicos como Grayson Shaw han llegado a cobrar casi 24.000 dólares durante sus vacaciones veraniegas.
Lo ha tratado incluso el Wall Street Journal, que es quien ha hablado con este joven de 16 años: la demanda de reparaciones de iPhone es tan alta que cualquiera que se ponga a hacerlas tiene beneficios asegurados. Son muchas horas de trabajo, pero ganas mucho más dinero que en cualquier otro trabajo de verano habitual. Parte de lo que ha ganado lo ha invertido en acciones de Apple, nada menos.