Apple siempre se ha relacionado con el mundo mediante los Mac. Uno de los grandes cambios en la historia de la informática fue pensar en los años 70 que cada hogar necesitaría uno en el futuro. Con el apellido “Computer”, la marca dejaba claro que quería llevar las máquinas a nuestro mundo doméstico integrándolos no con el resto de electrodomésticos de la casa – considerados por aquel entonces como máquinas “tontas” – sino más próximos a nosotros como herramientas de potenciación y de creatividad.
La idea de la compañía en este 2017 de “volver al iMac” relanza varios conceptos interesantes: uno, es la apuesta por el icono básico con el que se identifican los ordenadores de la manzana. Su forma, su idea, su diferenciación respecto al resto: todos sabemos que eso que estamos viendo en la pantalla es un iMac, aunque en la película tapen la manzanita con un post-it. Hoy en día el concepto Mac está repartido entre Mac mini, Mac Pro, iMac y la gama de portátiles, pero a pesar de ese “skyline”, quien define la idea del todo en uno de Steve Jobs es el iMac, el auténtico heredero del Macintosh original.