Hace tiempo que los teléfonos móviles dejaron atrás su principal función: las llamadas. Los smartphones son mini ordenadores en los que almacenamos información de todo tipo, mucha de ella bastante sensible que tiene que ver, por ejemplo, con datos bancarios o fotografías. Al igual que se puede hacer en los monitores, existen protectores de pantalla para móvil que limitan el ángulo de visión para que solo puedan verse correctamente de frente, es decir, el poseedor del teléfono.