Conocemos de sobra la opinión de Apple respecto a los portátiles con pantalla táctil: para presumir un rato está muy bien, pero tras una hora sosteniendo el brazo en el aire lo único que quieres hacer es volver al trackpad o al ratón. Es una idea que «no funciona», como dice el mismo Phil Schiller. Pero sí que hay algo que muchos confesaréis: seguro que en un momento involuntario habéis tocado la pantalla de un portátil de Apple, pensando que iba a reaccionar.
Ese es el argumento que utilizan los fabricantes de la AirBar, una pequeña barra que colocas en tu MacBook Air de 13,3 pulgadas y que convierte su panel en táctil. Sus sensores admiten el tacto de cualquier objeto en la pantalla, y no hace falta ningún tipo de instalación complicada.