Las luces fugaces de los establecimientos que pasaban a mi alrededor me recuerdan a un paseo lento por el espacio, como si fueran estrellas lejanas y diluidas por la distancia. Me gusta la sensación. Fijo la mirada al frente y subo la música: hace calor a pesar de ser demasiado tarde para salir a correr pero me da exactamente igual, me encanta hacerlo para desconectar. Las canciones vuelan al mismo ritmo de la música y me prometo que “un kilómetro más y vuelvo”. Apenas hace dos días que he vuelto de la keynote.
De repente suena una canción.