En el mundo de la tecnología, las compañías que lo componen suelen tener la (algunos dirían que mala) costumbre de dar la bienvenida cuando un competidor entra en un mercado que consideran suyo. Un puñado de estas veces, la compañía que con sede en Cupertino se ha visto involucrada. Con un desenlace negativo para quienes le han recibido con los brazos abiertos.