He aquí una buena prueba de lo que significa saltar una generación y varios núcleos de procesadores Intel Core en un ordenador. Ahora que el modelo base del MacBook Pro cuenta con los Core i5 e i7 de octava generación, su salto en rendimiento ha sido enorme tal y como demuestran las primeras pruebas hechas desde Geekbench 4.
Tal y como reflejan desde MacRumors, el rendimiento del nuevo modelo base del MacBook Pro ha aumentado un 83% respecto al de su predecesor. En cifras concretas es un salto de los 4.341 a los 4.639 puntos en el test single-core y de los 9.084 a los 16.665 en el test multi-core. La diferencia en esas últimas pruebas salta a la vista.