Cuando Apple presentó por primera vez la función Face ID a través del iPhone X, ya salieron bromas acerca de la posibilidad de tener un gemelo malvado que pudiese desbloquear el teléfono. Pero pronto podríamos ver esa posibilidad desvanecerse: una nueva patente de la compañía describe cómo una mejora en la detección de nuestros rostros podría permitirlo.
Y es que por muy gemelo que se pueda ser con otra persona, hay algo que siempre cambia y es único entre las personas: la distribución de nuestras venas bajo la piel de la cara. Bastaría con añadir sensores que fueran capaces de tomar imágenes sub-epidérmicas, capaces de mostrar nuestras terminaciones nerviosas a unos pocos milímetros bajo nuestra piel.